lunes, 9 de julio de 2012


Del cuaderno de campo del Doctor Líbido (supongo):

Es tiempo de garcelas: en las majillas se entraman bolardas y espigones. Al final del día, los palillos cubren el cielo con sus cantuelos. Sombras y aljabillas siembran de estornudos las cañadas, y en los bochos de las encinas, el cabretillo relame los afueros estirando su manteca. Habrá que esperar el entretiempo, me digo, cuando las pateras tiñen con su estío albores y carreteras. Entonces, y sólo entonces, de las cimbras y de todas las talayas, surge intempestivo el arrochal, abrazando el campo con su sequío y desviando al fondo, con bravura, el esquema de las cosas y de las carteras. Bienvenidos entonces los kimonos, bienvenidos el arrochal y las entrameras con sus granos asomando encendidos

El cielo se cubre entiempos de espolvillas, y monjas cuelgan sonrisas de las ramas con el reyuelo ciscando en su caída. En el horizonte oservo muchas ganas; alguna cuchara estafa en el albor y las granas todas ensueñan con colores y alabardas asembrando hasta el final del día las rejas del paramento y las enfiladas, que entre caños deslucen su agüita al despiste de las ramas.

En esta época las lechuzas enlatadas apestan a montones. Se desvían y cubren con su ajuero en chimeneas y ladrillos, prontas a solar con su vuelo entre el ganado de cada amercado.

Anoto con arrobo esta anota y destruyo sin piedad las colinas y los amedos que rodean con solío mi soledad sola.