viernes, 14 de octubre de 2011


Una noche de sueños e intermitencias. En el intento de girar mi cuerpo en la cama, el codo golpea inesperadamente el techo, que descubro suspendido, del modo más inexplicable, a un palmo de la cara. Mis ojos se cierran, rechazando, no sin terror, una situación de todo punto inaceptable. Desde mi voluntaria ceguera espero con impaciencia el regreso del sueño…quenospera, quenostrella, aunque babalsando conestiendo en muchas cuestas y abajo, enzulado y comoscuro, embiéndome enespera y yastayocreo yasta o luego y aquevenga. No tengo la pared,no la tengo, pero empujando y en detrás con las manos y apuntitos yasaltitos se verá detrás alacabeza le faltan pasas y le bailan parantenas de comonidad…yvueno yastabien… en muchos pasitos y pasillos empuertas con alguien quenonves se estará poniendo o ya llega…