Una
noche de sueños e intermitencias. En el intento de girar mi cuerpo en la cama,
el codo golpea inesperadamente el techo, que descubro suspendido, del modo más
inexplicable, a un palmo de la cara. Mis ojos se cierran, rechazando, no sin
terror, una situación de todo punto inaceptable. Desde mi voluntaria ceguera
espero con impaciencia el regreso del sueño…quenospera, quenostrella, aunque
babalsando conestiendo en muchas cuestas y abajo, enzulado y comoscuro, embiéndome
enespera y yastayocreo yasta o luego y aquevenga. No tengo la pared,no la
tengo, pero empujando y en detrás con las manos y apuntitos yasaltitos se verá
detrás alacabeza le faltan pasas y le bailan parantenas de comonidad…yvueno
yastabien… en muchos pasitos y pasillos empuertas con alguien quenonves se
estará poniendo o ya llega…